domingo, 8 de agosto de 2010

Sueño que tengo un sueño •




Llaman a la puerta. Un hombre con ojeras de recién levantado asoma su cara de nada por el marco de la entrada. Es casi el mediodía. Lleva entre las manos una cámara de fotos. Se presenta, muestra su credencial, se excusa por haber llegado tarde y ante un gesto mío de invitación, entra. Mira hacia todos lados. Busca los mejores ángulos de luz, toma anotaciones mentales y me espera en el recibidor. Yo deambulo entre el patio y la cocina. Abro las ventanas. Dejo entrar al mediodía por los vidrios. Entro al baño. Me miro en el espejo. Con un cepillo remarco el volumen del pelo. Verifico mi maquillaje. Repaso con un pincel el rouge en los labios. Y con lápiz marrón dibujo un lunar junto a la comisura. Ya estoy lista. El hombre con cara de nada ya instaló todo su equipo en el living de mi casa. Me da indicaciones, me habla de planos, de luces, de cosas que yo no entiendo. Solamente me dejo hacer. Me acomoda, me desviste un poco y simplemente me pide que sonría con naturalidad. El hombre gatilla con su cámara como si me disparara. En cada flash yo siento morirme un poco. A medida que las capas de ropa van desapareciendo, los ojos del hombre parecen encenderse. Su cara de nada toma formas animales y cuando quiero darme cuenta se encuentra sobre mí, devorándome como una fiera, haciendo de mi persona su almuerzo en este mediodía con sol. Al día siguiente sale mi foto en primera plana, junto a una nota en el cuerpo del diario. Sueño que tengo un sueño. Pero me despierto sobresaltada. Porque llaman a la puerta. Y un hombre con ojeras de recién levantado asoma su cara de nada por el marco de la entrada.

 
Blogger design by suckmylolly.com